miércoles, 10 de julio de 2013

WGT 2013: guía para el viajero gótico (última parte)

Sigue el relato del festival más increíble que pude vivir en el 2013 y en tierras europeas, siguen mis últimos dos días de Wave Gotik Treffen en la ciudad de Leipzig. Acampando en el Agra, teniendo algunas noches de lluvia, días soleados y calurosos, yendo a fiestas extrañas, recitales góticos, ferias medievales y respirando la vida reservada y a su vez muy libre del pueblo germano.

En mi tercer día de festival, luego de haber visto las cosas más extrañas en la fiesta fetichista (para más detalles busquen mi nota anterior), me levanté un poco más tarde de lo habitual y me fui al centro de la ciudad para una visita, recomendada por los organizadores, al museo egipcio. Realmente esperaba algo más grandioso. Lo recorrí en media hora, a pesar del embotellamiento de gente que había, y opté por huir rápido del calor. A unos pocos metros pude admirar la increíble fachada de la Universidad Pública de Leipzig (gratuita como todas las universidades del este de Alemania) y recorrer otra feria medieval, con espectáculos de lucha de hombres armados a la vieja usanza y algunos puestos de panes realizados con cannabis (¡pareciera que estos hombres alemanes de la Edad Media ya habían conocido dicha planta!)


Mi tarde continuó con el recital de Henric de la Cour, un cantante sueco que anteriormente perteneció a los grupos IvonneStrip music, quien realiza sus shows bañado en sangre y en sus canciones utiliza elementos electrónicos, industriales y pop. Tengo que admitir que en vivo su banda sonaba bastante mejor y con mucha más potencia que en las grabaciones que he podido escuchar o en los videos que se encuentran en youtube. Tanto es así que, apenas concluido el show, ya no quedaban discos y vinilos de la banda, ¡el público había enloquecido con su show!
Para concluir mi tarde de recitales, decidí volver al Agra para escuchar The birthday massacre y Lacrimosa. Obviamente este último fue el más masivo show del día y el pueblo alemán saltó, cantó y lloró ante la banda de metal gótico fundada por Tilo Wolf en el año 1990.


Para terminar la noche de una manera diferente, con 
algunos amigos nos dirigimos nuevamente al centro de la ciudad para asistir a una fiesta New Romantic. No fue fácil llegar, porque no se sabe si por las lluvias de la noche anterior o por cuál motivo el tranvía estaba interrumpido porque el puente más cercano para cruzar el río estaba cerrado. Conseguir taxi fue casi una guerra pero, una vez logrado, tuvimos la oportunidad de conocer otra de las discotecas de la ciudad, pequeña pero laberíntica, pudimos bailar al compás de canciones bastante tranquilas y darks y ver maravillosos atuendos, la mayoría steam punks.


En el aniversario número 200 del nacimiento de Richard Wagner y estando en su ciudad natal, no podía irme sin escuchar en vivo en su teatro más importante una ópera. Así que mi última tarde se la dediqué a Parsifal y obviamente a terminar de recorrer el centro histórico de Leipzig.
Ya el ánimo del festival se estaba esfumando y, de regreso al camping, al atardecer, me tomé unas cervezas con uno de los integrantes de un colectivo de artistas que se encargan de dejar carteles gigantes realizados con latas de cerveza en cada recital al que asisten. Sin auspiciantes que los ayuden, a pulmón y con una carpa gigante llena de latas, se pasaron los días del festival bebiendo, sin escuchar ninguna banda y armando una obra por amor al arte y obviamente a la cerveza.
Despierta hasta bien tarde concluyó mi última noche, haciendo tiempo hasta las 4 de la mañana con una amiga de Brasil que tenía que encontrar un contacto de facebook que la iba a llevar a Munich y la había citado en la puerta del cementerio de la ciudad. ¡Un lugar bastante escalofriante para el encuentro, pero digno de gente que asiste a un festival gótico!

A la mañana siguiente me despedí de la ciudad contenta por haber estado en uno de los festivales más increíbles del mundo y con la promesa de volver en algún momento de mi vida, ¡quizás cercano! El relato de la edición 2013 del Wave Gotik Treffen concluye acá. Mi viaje, en cambio, apenas comenzaba, muy pronto iba a conocer la República Checa y luego volvería a Alemania a la ciudad de Berlin, pero esa es otra historia, una de las historias que muy pronto podrán encontrar en mi blog y sólo uno de mis tantos futuros viajes.







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