Los hermanos sean unidos por la música

Jueves 25 de julio en la ciudad de Mar del Plata. Podría limitarme al simple relato de mis recitales nocturnos, pero este día es mucho más que sólo eso. Para los antiguos mayas el 25 de julio era considerado día Fuera del Tiempo, que marcaba el final de un año y el comienzo del siguiente. La Feliz tuvo también sus celebraciones, sus bailes, sus rituales y meditaciones sobre la energía de este nuevo período, el año Semilla, así como las reflexiones sobre el que se fue, marcado por el kin Tormenta. Todas estas actividades se llevaron a cabo en el complejo La llorona, que prestó el espacio de manera totalmente gratuita, y se recolectaron alimentos y juguetes para ser donados.

Tengo que admitir que entré de una manera y salí renovada. Terminado el evento y los múltiples reencuentros fui a un bar céntrico y me senté a leer y tomar café. Un hombre que acababa de salir a los cinco minutos vuelve, se acerca a la rocola que estaba a mi derecha, pone una canción y se va sin escucharla. No se imaginan mi sorpresa cuando empezaron a sonar las notas de Imagine de John Lennon y esa maravillosa letra.  El mismo mensaje de paz que venía escuchando desde hacía horas, nuevamente frente a mi.

De la misma manera, con canciones llenas de palabras de esperanza, algunas hasta referidas a la ley de atracción, continuó mi noche en el recital de la banda Sur. Esta banda de Villa la Angostura, está liderada por dos hermanos y todas sus canciones sacuden al público al ritmo del punk y del ska.

Los recitales en Casa Rock terminaron con la presentación de otro grupo integrado por varios hermanos, ¡entre ellos unos trillizos! Se trata de El Plan de la Mariposa, una banda de la ciudad de Necochea con residencia en la ciudad de Buenos Aires conformada por nueve músicos en escena, con ropas coloridas, varios de ellos con melenas rubias, con canciones que fusionan el rock con ritmos andinos, en algún tema balcánicos, y un aire de psicodelia. Brindaron un show bien enérgico en el que adelantaron canciones su segundo trabajo discográfico, Trance habitante, que presentarán el 30 de agosto en Ciudad Cultural Conex, en la ciudad de Buenos Aires.

Seguramente fue la mejor manera de concluir mi día fuera del tiempo y hasta pude reencontrarme con mi amigo Horacio, que toca flauta traversa y demás instrumentos de viento en “El Plan”. Quienes se hayan perdido este recital, seguramente podrán volver a escuchar esta banda en Capital, en alguna de sus giras por el interior de la provincia de Buenos Aires, los veranos en algun bar de Necochea o, quien sabe, quizás encontrarse casualmente con ellos en algún fogón en la playa, como me sucedió a mi este verano. 

WGT 2013: guía para el viajero gótico (última parte)

Sigue el relato del festival más increíble que pude vivir en el 2013 y en tierras europeas, siguen mis últimos dos días de Wave Gotik Treffen en la ciudad de Leipzig. Acampando en el Agra, teniendo algunas noches de lluvia, días soleados y calurosos, yendo a fiestas extrañas, recitales góticos, ferias medievales y respirando la vida reservada y a su vez muy libre del pueblo germano.

En mi tercer día de festival, luego de haber visto las cosas más extrañas en la fiesta fetichista (para más detalles busquen mi nota anterior), me levanté un poco más tarde de lo habitual y me fui al centro de la ciudad para una visita, recomendada por los organizadores, al museo egipcio. Realmente esperaba algo más grandioso. Lo recorrí en media hora, a pesar del embotellamiento de gente que había, y opté por huir rápido del calor. A unos pocos metros pude admirar la increíble fachada de la Universidad Pública de Leipzig (gratuita como todas las universidades del este de Alemania) y recorrer otra feria medieval, con espectáculos de lucha de hombres armados a la vieja usanza y algunos puestos de panes realizados con cannabis (¡pareciera que estos hombres alemanes de la Edad Media ya habían conocido dicha planta!)

Mi tarde continuó con el recital de Henric de la Cour, un cantante sueco que anteriormente perteneció a los grupos Ivonne y  Strip music, quien realiza sus shows bañado en sangre y en sus canciones utiliza elementos electrónicos, industriales y pop. Tengo que admitir que en vivo su banda sonaba bastante mejor y con mucha más potencia que en las grabaciones que he podido escuchar o en los videos que se encuentran en youtube. Tanto es así que, apenas concluido el show, ya no quedaban discos y vinilos de la banda, ¡el público había enloquecido con su show!

Para concluir mi tarde de recitales, decidí volver al Agra para escuchar The birthday massacre y Lacrimosa. Obviamente este último fue el más masivo show del día y el pueblo alemán saltó, cantó y lloró ante la banda de metal gótico fundada por Tilo Wolf en el año 1990.

Para terminar la noche de una manera diferente, con 
algunos amigos nos dirigimos nuevamente al centro de la ciudad para asistir a una fiesta New Romantic. No fue fácil llegar, porque no se sabe si por las lluvias de la noche anterior o por cuál motivo el tranvía estaba interrumpido porque el puente más cercano para cruzar el río estaba cerrado. Conseguir taxi fue casi una guerra pero, una vez logrado, tuvimos la oportunidad de conocer otra de las discotecas de la ciudad, pequeña pero laberíntica, pudimos bailar al compás de canciones bastante tranquilas y darks y ver maravillosos atuendos, la mayoría steam punks.

En el aniversario número 200 del nacimiento de Richard Wagner y estando en su ciudad natal, no podía irme sin escuchar en vivo en su teatro más importante una ópera. Así que mi última tarde se la dediqué a Parsifal y obviamente a terminar de recorrer el centro histórico de Leipzig.

Ya el ánimo del festival se estaba esfumando y, de regreso al camping, al atardecer, me tomé unas cervezas con uno de los integrantes de un colectivo de artistas que se encargan de dejar carteles gigantes realizados con latas de cerveza en cada recital al que asisten. Sin auspiciantes que los ayuden, a pulmón y con una carpa gigante llena de latas, se pasaron los días del festival bebiendo, sin escuchar ninguna banda y armando una obra por amor al arte y obviamente a la cerveza.

Despierta hasta bien tarde concluyó mi última noche, haciendo tiempo hasta las 4 de la mañana con una amiga de Brasil que tenía que encontrar un contacto de facebook que la iba a llevar a Munich y la había citado en la puerta del cementerio de la ciudad. ¡Un lugar bastante escalofriante para el encuentro, pero digno de gente que asiste a un festival gótico!

A la mañana siguiente me despedí de la ciudad contenta por haber estado en uno de los festivales más increíbles del mundo y con la promesa de volver en algún momento de mi vida, ¡quizás cercano! El relato de la edición 2013 del Wave Gotik Treffen concluye acá. Mi viaje, en cambio, apenas comenzaba, muy pronto iba a conocer la República Checa y luego volvería a Alemania a la ciudad de Berlin, pero esa es otra historia, una de las historias que muy pronto podrán encontrar en mi blog y sólo uno de mis tantos futuros viajes.

Sacudirse al ritmo del invierno

El invierno se escondió por un rato y este sábado 6 la noche de Mar del Plata se tiñó de colores y Caribe. La cita fue en GAP y fue sólo el primero de una serie de encuentros organizados por Fiesta Club que se realizarán mensualmente en este lugar.
Los festejos arrancaron de la mano de la banda marplatense de reggae Tía Flaca. El lugar estaba aún fresquito y tardaban en llegar las multitudes, pero los pocos que estaban presentes gozaban y bailaban con los ritmos de dicho grupo.
Ya para la una de la mañana, cuando fue el turno de los porteños de Pollerapantalón, el lugar estaba lleno. Esta banda liderada por dos chicas que tocan el saxo y prácticamente sin letras nos brindó un show súper enérgico y saltarín al ritmo de temas de la banda y versiones ska de clásicos como el Can Can, La bamba, Bella ciao y tantos otros. ¡Honestamente tuve que guardar mi cámara en la mochila y ponerme a saltar con el resto de la gente porque era inevitable moverse con semejante banda!
Para quienes lean esta nota a tiempo, les paso un dato: esta noche -domingo 7-, se van a estar presentando nuevamente en un show acústico en la tanguería Los duendes (Moreno e Hipólito Yrigoyen).
El postre de la noche tardó en llegar porque merecía los ajustes necesarios de todos los micrófonos y equipos de los 13 músicos en escena que la conforman. Estoy hablando de La Delio Valdez, la banda de cumbia colombiana tradicional más importante de la Argentina. Cerca de las 03:00 comenzó un show “sabroso” al ritmo de clásicos y de temas propios del grupo, que están incluidos en su disco Anacumbia, editado en 2011. Las multitudes bailaron, algunos tuvieron la suerte de recibir un cd de la banda de regalo y, mientras tanto, otras actividades se llevaban a cabo en el lugar: la realización de graffitis en vivo y la exposición de cuadros y fotografías de varios artistas de la ciudad.

Espero que esta sea la primera de una larga serie de fiestas musicales que renuevan los sonidos locales con otros ritmos. Para quienes quieran más novedades sobre estos encuentros, pueden entrar al sitio de los organizadores en Facebook y mantenerse bien atentos porque la fiesta continúa.